Buenos Aires

La Capital del Tango

Buenos Aires es un gran destino para los amantes de los caballos. Aquí hay de todo: cabalgatas, polo, salto y estancias. Esta provincia es la capital de la Argentina y es donde vive gran parte de su población. Queda en la región de las pampas. Su clima gentil la hace atractiva para el turismo.

El buen clima y las tierras fértiles son una buena combinación para la producción agraria y vacuna. Buenos Aires es la cuna de las estancias tradicionales del país. La zona también es conocida como “pampa húmeda”. Sus tierras son de las más fértiles del mundo.

El encanto de la provincia reside en la mezcla entre el legado histórico y cultural obtenido de la tradición rural y la inmigración. La ciudad es un abanico de entretenimiento: su gente, su excelente gastronomía, la vida nocturna, y sus barrios como La Boca, San Telmo, Palermo Viejo y Puerto Madero. Aquí, el que se aburre es por elección propia.

Los caballos

Para los fanáticos del caballo, Buenos Aires es un paraíso. No hace falta irse de la ciudad para poder disfrutarlos. Aquí se encuentran todas las disciplinas en su más alto nivel de competencia. En Palermo se encuentra el Campo Argentino de Polo. Aquí se juega el Campeonato Argentino de Polo en el cual participan los mejores jugadores del mundo, y los mejores caballos.

También está el Hipódromo de Palermo, donde se juegan las carreras, y clubes hípicos conocidos como el Club Hípico Argentino y el Alemán. Apartándonos un poco de la ciudad se encuentra San Isidro. En esta localidad está el Hipódromo, perteneciente al exclusivo Jockey Club. Y un poco más lejos está Pilar. Este es un importante centro urbano con entorno rural que es nada más y nada menos que la gran capital del polo.

Tradición

Luego, se encuentran otros varios pueblos tradicionales. Entre ellos podemos nombrar a Luján, San Antonio de Areco, Carlos Keen, Capilla del Señor, Lobos, y San Miguel del Monte. En todos ellos se respira la vida de campo y sus costumbres. En particular, la gran “Fiesta de la Tradición” sucede en San Antonio de Areco. Aquí se aprecia por completo todas las costumbres: las jineteadas, los caballos, el asado, el folklore. El evento es un tributo al gaucho y su manera de vivir.