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Conocé a Majo y a Cami
Majo & Cami ambas oriundas de Buenos Aires y comparten la pasión por los caballos y el campo. Se conocieron en el Calafate, hogar del “Glaciar Perito Moreno”, allá en el año 2012 cuando ambas trabajaban como guías de cabalgata. Estaban a cargo del diseño de caminos, de las cabalgatas y selección de caballos para esta actividad.
Con el tiempo cada una siguió su camino. Mientras que Majo se dedicó al polo, endurance y la equitación; Cami se dedicó a la doma. Hoy sus caminos volvieron a cruzarse para formar EQUUS ARGENTINA con el fin de brindar la posibilidad a los amantes de los caballos de todo el mundo de conocer las distintas opciones ecuestres que ofrece la Argentina.
Majo
Majo, al igual que Cami, creció al lado de los caballos y heredó la pasión de su papá. Desde muy temprana edad montaba en el campo con sus primos. Aparte de los caballos siempre le gustó viajar y a donde iba buscaba poder montar. Su sueño era cabalgar en el lejano oeste, en Estados Unidos. En 2011 lo pudo cumplir y viajó por todo el “viejo oeste” asistiendo a rodeos, haciendo cabalgatas y arreo de vacas en Montana, viendo los mustangs en Wyoming, e incluso fue aquí donde corrió por primera vez una carrera de endurance. Se graduó como Licenciada en Turismo y logró combinar caballos y viajes. En 2012 conoció a Cami, trabajando como guías de cabalgata en la Patagonia y desde entonces son amigas. Como amazona participó entrenando y corriendo endurance por varios lugares de la Argentina y luego se dedicó a los caballos de salto y a competir en esta disciplina. Profesionalmente trabajó durante 8 años en un club de polo trayendo gente de todo el mundo a jugar a la Argentina. Gracias a los caballos viajó por Inglaterra, Suiza, Italia, Monaco y Miami. Ahora se dedica a lo que más le gusta: ofrecer todo su conocimiento de la Argentina y de los lugares y personas que conoció gracias a los caballos a todos los viajeros que estén buscando una experiencia real a caballo.
Cami
Aunque nació en Buenos Aires, en plena ciudad, su pasión por los caballos no tardó en aparecer. Gracias a veranos eternos en el campo de la familia, a muy temprana edad tuvo su primer contacto con este admirable animal y desde entonces nació su amor por ellos.
A medida que fue creciendo fue introduciéndose de cualquier manera que le fue posible en el mundo equino. La vida la sorprendió al cruzar en su camino a gente igual de apasionada que ella. Una fue Majo a quien conoció en El Calafate siendo guía de cabalgatas. En ese lugar tan especial nació su amistad.
Desde ese entonces, hizo lo posible por continuar conociendo gente que le pudiera enseñar todo lo posible sobre caballos. Hizo grandes amigos y descubrió que el universo equino y sus conocimientos eran infinitos. Aprendió mucho y tuvo la suerte de conocer a un compañero muy especial con quien pudo cumplir uno de sus grandes sueños: aprender a domar. En la actualidad, continúa estudiando las diversas maneras de hacerlo, tomando técnicas de diferentes maestros, conocidos y no, con el fin último de lograr el perfecto binomio con este noble animal.